DESARROLLO
SIN FORMATO
I. El Facilitador solicita (individual o subgrupal) que redacten la letra de un himno en la cual se pondere la formación, desarrollo y aspiraciones del equipo en su totalidad y no nada más de su subgrupo o en su individualidad.
II. Es muy importante que se haga hincapié en la fuerza narrativa que debe tener la letra.
III. Se pide a los participantes le pongan música original a la letra, o sea, que traten de no tomar ninguna melodía existente.
IV. Se les da un tiempo de ensayo para preparar la presentación de su himno, recomendándoles como acompañamiento las percusiones y sonidos que puedan producir con sus cuerpos y lo objetos que están a su alcance.
V. Después de que los himnos son mostrados, actuados y cantados frente al grupo, la primera tarea es determinar en forma grupal cuál es el himno que a juicio de todos, logra ser el primer lugar, por expresar mejor la historia del grupo y reunir la calidad musical suficiente.
VII. Se destacan todos aquellos elementos de los himnos que sirvan como retroalimentación al grupo y a los individuos.
VIII. Se continúa la discusión y reflexión inquiriendo sobre los sentimientos que se experimentaron y de cómo, en cada caso, se enfrentaron. Se pregunta también sobre qué idea se manifiesta más persistente en todos los himnos y cuál es su implicación.
IX. Se explora sobre el proceso que se usó para crear los himnos, si se utilizó música original o no y por qué.
X. Por último, se revisan los descubrimientos de los participantes al cantar y al oír cantar a sus compañeros. Se hace un resumen global y se trata de llegar a conclusiones.
XI. El Facilitador guía un proceso para que el grupo analice, como se puede aplicar lo aprendido en su vida.
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