DESARROLLO
SIN FORMATO
I. El Facilitador indica que los participantes del grupo tendrán una oportunidad, para pedir retroalimentación individual del grupo entero. Pueden decidir realizar la retroalimentación "profunda" o "superficial", dependiendo de como se sientan recibiendo la información de la retroalimentación, o bien la naturaleza del riesgo que están dispuestos a tomar. No es necesario que den o reciban la retroalimentación si no lo desean. Sugiere también, que los participantes tendrán la opción de esperar, hasta que la sesión haya comenzado para tomar su decisión si así lo desean.
II. El Facilitador escoge un secretario, para que escriba la retroalimentación (tal vez un participante que no desee recibir la retroalimentación hasta ahora), o tal vez decida realizar esta función él mismo. Si el secretario más tarde decide participar, podrá hacerse cargo como secretario, un participante que ya haya recibido su retroalimentación.
III. El Facilitador pide a un participante que ya esté listo a recibir retroalimentación que indique al grupo, si quiere recibir retroalimentación "profunda" o "superficial" y abandonar el salón. Se le instruye para que tome notas sobre lo que espera oír de los demás.
IV. El Facilitador explica al resto del grupo que se concentren en el participante que acaba de abandonar el salón, y que individualmente expresen la retroalimentación cuando ya estén listos. Cada declaración será escrita por el secretario. Él Facilitador advierte a los participantes para que no hagan comentarios sobre lo que los demás dijeron, pero que pueden complementar declaraciones previas o hacer comentarios oponiéndose a lo que anteriormente han sido expuesto. Esta lluvia de ideas será detenida por el Facilitador después de diez o quince minutos.
V. El Facilitador entonces invita al participante que abandonó el salón a regresar. Le pide que lea las declaraciones en voz alta y solicite explicaciones sobre algunas de ellas, si así lo desea. El Facilitador le indica que puede hacer comentarios acerca de las declaraciones individuales, o sobre el retrato entero, compartiendo así sus propias opiniones. A esta altura se permiten intervenciones entre el participante y el grupo.
VI. El Facilitador pide a otro participante que haga sus indicaciones al grupo y salga del salón. La sesión termina cuando todos los participantes han recibido su retroalimentación. El Facilitador encabeza una discusión sobre la experiencia, enfocando en la diversidad de comentarios recibidos por los participantes en forma individual, cómo se siente recibir retroalimentación positiva o negativa, u otros conceptos relevantes al grupo en particular.
VII. El Facilitador guía un proceso para que el grupo analice, como puede aplicar lo aprendido en su vida.
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