DINÁMICAS DE GRUPO Y DESARROLLO DE HABILIDADES:

 

 

 

 

Propósito

Las dinámicas para el desarrollo de habilidades especificas son actividades estructuradas en las que los alumnos practican habilidades en un ambiente alentador. Por consiguiente, constituyen el núcleo de la formación por la experiencia. Su forma y su propósito son variables; así por ejemplo, tanto una dinámica de calentamiento para que los alumnos se presenten unos a otros como una larga interpretación de papeles para practicar habilidades de negociación son dinámicas para el desarrollo de habilidades las dos. Las mejores dinámicas no sólo conducen a las personas por una secuencia que las lleva a descubrir por ellas mismas las habilidades o conocimientos implícitos en la dinámica, sino que también los instalan. Una dinámica realmente buena permite a los alumnos hacer descubrimientos que usted ni siquiera se había dado cuenta de que estaban en el material.

El proceso de manejo de las dinámicas sigue las siguientes fases:

Preparación

Organización y encuadre de la Dinámica

Demostración · explicación de la demostración

Realización y supervisión de la Dinámica

Tratamiento de la Dinámica

No todas las dinámicas pasan por estas etapas, así que adáptelas y aplíquelas de la manera que convengan a su material.

La preparación:

Repase sus notas físicas o mentales antes de iniciar la dinámica y ensáyela mentalmente para asegurarse de que podrá realizarla de la manera que usted quiere. Compruebe que estén dispuestos los accesorios o ayudas visuales que hagan falta. Quizá deba preparar de antemano una transparencia para proyectar o escribir las instrucciones de la dinámica. Repase los objetivos para la dinámica, tanto los descubiertos como los encubiertos, y piense en la manera de enlazarla y que encaje con fluidez en el proceso de la formación

Los papeles son parte de la preparación es aclarar los distintos papeles que intervienen en la dinámica. En la dinámica puede participar cualquier número de personas, desde una sola hasta un grupo entero, según la naturaleza del material. La clásica dinámica diseñada para instalar una habilidad de comportamiento, consta de tres papeles distintos.

El primero es el de la persona que practica la nueva habilidad.

El segundo es el de la persona con la que practica él capacitando; el papel de «sujeto» o «cliente». El cliente se interpreta a sí mismo o a otro personaje para que él capacitando pueda practicar la técnica. La persona debe entrar de veras en su papel.

Por último, está el «observador». El observador tiene varias responsabilidades. Es el representante del monitor en el grupo y mantiene encaminados al cliente y al capacitando asegurándose de que ninguno de los dos está sobrecargado. El observador suele ser el responsable de mantener el marco de tiempo fijado para la dinámica y se halla en una posición perfecta para proporcionar información útil tanto para él capacitando como para el cliente, implicado pero no comprometido.

Las dinámicas para el desarrollo de habilidades especificas suelen ser bastante cortas, de 5 20 minutos por tanda. Cada ejercicio se compone de tres tandas, de manera que pueda durar entre 15 minutos y una hora.

La organización y el encuadre del ejercicio:

Tendrá usted que presentar la dinámica y enlazarla con lo que ha ocurrido antes y con lo que viene después. Establezca encuadres para la dinámica: ¿cómo quiere que los alumnos lo perciban? De todas las cosas posibles a las que podrían dirigir su atención, ¿hacia dónde hará usted que la dirijan? Sea explícito acerca del encuadre de los objetivos, lo que la dinámica pretende lograr.

Exponga el porqué, el qué y el cómo: Porqué van a hacer la dinámica, qué conceptos la fundamentan y qué aplicaciones tiene. En qué consiste la dinámica. Cómo se desarrolla, los distintos pasos y los detalles prácticos. Procure que todos los participantes tengan claros estos puntos.

Si la dinámica está diseñado para afrontar un determinado tipo de problemas, indíquelo desde el primer momento, de manera que los participantes tengan tiempo suficiente para pensar en un ejemplo específico para la interpretación de papeles.

La demostración:

Ahora tiene usted que elegir cómo organiza los pasos y los detalles prácticos de la dinámica. Lo más eficaz, por lo general es hacer primero una demostración. Una buena demostración ejemplifica el procedimiento de la dinámica, de manera que los alumnos no necesitan esforzarse por comprender una serie de instrucciones. Sin embargo, las demostraciones son un arma de doble filo, por que los alumnos copiarán lo que vean, y eso le obliga a hacer una demostración muy bien pensada.

El mejor modo de hacer la demostración depende de la complejidad de la dinámica. En una dinámica complicada que tenga que ver con habilidades de negociación, seguramente convendrá hacer una tanda completa. Por otra parte, si se trata de una dinámica repetitiva, como convertir una pregunta cerrada, es probable que baste con el número justo de repeticiones para que los alumnos se pongan en marcha.

Si por cualquier motivo se aparta significativamente de la técnica que está demostrando, anúncieselo al grupo en ese momento.

Es posible que quiera usted comentar sobre la marcha el desarrollo de la demostración para poner de relieve algunas enseñanzas. Cuando haga tales comentarios, señalícelos claramente cambiando su atención, tono de voz, postura y posición en la sala. Cuando haya terminado, cambie otra vez a la demostración. Esto mantiene separados los dos aspectos de la demostración.

Identifique los sujetos de demostración más adecuados. Si necesita un sujeto de demostración, pregúntese qué clase de persona es probable que haga la mejor demostración de la dinámica qué miembro del grupo se aproxima más al ideal. Elija una persona de la que sepa que va a cooperar

. Hay dos clases de personas que puede resultar difíciles como sujetos de demostración. La primera es la persona que habitualmente se halla en una posición, con tendencia a estar disociada de su experiencia. Esta clase de persona no es muy útil si lo que usted quiere es expresividad e impacto emocional; para eso necesita un sujeto que se asocie plenamente a la experiencia. El segundo tipo de sujeto difícil es la persona que se rige mucho por su referencia interna, puesto que juzgará y decidirá por si misma durante toda la dinámica en lugar de seguirle a usted automáticamente. Las personas que presentan esta pauta tienden a sentarse en el fondo de la sala, a menudo con los brazos cruzados y recostados en el asiento.

Puede usted averiguar desde el principio del seminario cuales son las personas que siguen referencias externas, más propensas a cooperar, si les pide a todos que realicen alguna tarea de poca envergadura, como cambiar de sitio unas sillas. Anote mentalmente quiénes son los primeros que responden. Por lo general, serán los mejores sujetos de demostración.

Reclutar a sus sujetos de demostración: Una vez identificados de antemano sus ayudantes en potencia, la manera más sencilla de reclutarlos consiste en pedirles ayuda directamente.

Por otra parte, quizá prefiera ser un poco más sutil y decir algo así como: «Para demostrarle cómo se desarrolla la dinámica necesitaré la colaboración de alguien, y me gustaría saber quién está dispuesto a ayudarme». Mientras habla, vaya estableciendo contacto visual con los posibles ayudantes y termine la frase mirando a la persona que usted preferiría. Asimismo, puede formular una invitación no verbal por medio de un gesto.

Después de la demostración, de las gracias al sujeto y permítale regresar a su asiento, a menos que sea importante que permanezca al frente para responder a preguntas sobre su experiencia en la dinámica. Si quiere que se quede, compruebe que eso no le produzca incomodidad.

En una demostración, su tarea como monitor consiste principalmente en demostrar el ejercicio al grupo y sólo en segundo lugar beneficiar al sujeto de demostración. Si estos dos objetivos entran en conflicto, el grupo tiene prioridad. Quizá sea conveniente establecer un encuadre al respecto antes de empezar, de manera que si usted comprueba que la demostración está llevando demasiado tiempo pueda hacerse a un lado y decirlo así.

Compruebe que la persona no tiene inconveniente en detenerse ahí por el momento. En caso necesario, quede de acuerdo para seguir trabajando con ella más tarde. A continuación, de las gracias a la persona, hágala volver a su sitio y reclute otro voluntario o describa lo que habría hecho usted si la demostración hubiera seguido hasta el final.

Si no hace demostración...

Si quiere que los alumnos encuentren su propia manera de utilizar la habilidad, de instrucciones claras para cada papel pero no haga ninguna demostración. Dé las instrucciones de cada papel desde un sitio diferente, para que los papeles queden espacialmente separados y las instrucciones resulten claras.

Explicar la demostración

Después de la demostración y antes de la dinámica, puede inducir los pasos de la dinámica en el grupo. Pregunte repetidamente: «¿Qué hice a continuación?». Escriba los pasos principales de la dinámica en el rotafolio o proyéctelos con una transparencia. También puede decirles directamente los pasos o repartir apuntes. Ahora el grupo tiene una demostración por el comportamiento, un recordatorio visual e instrucciones auditivas. Ha cubierto usted las tres maneras principales de aprender.

Para concluir, aún tiene que responder a las posibles preguntas. Encuadre esta parte pidiendo preguntas exclusivamente acerca del proceso. Diga: «¿Tienen alguna pregunta acerca de cómo hacer esto ahora? Por favor, guárdense las demás preguntas para después de la dinámica». Responder a preguntas como «¿Y si en vez de esto hubiera ocurrido aquello o lo otro?»Carece de utilidad. El propósito de la dinámica es que los participantes lo descubran por ellos mismos.

Cuando no haya más cuestiones a las que responder, pregunte si están todos preparados para empezar la dinámica y observe que haya un asentimiento congruente. Indique con claridad el marco de tiempo.«Ésta es una dinámica para tres personas a 10 minutos por tanda, es decir, 30 minutos en total». Hágales saber que pueden formularle preguntas durante el ejercicio.

Realización y supervisión de la dinámica

Probablemente dedicará usted la mayor parte del tiempo a supervisar la dinámica, teniendo siempre presente la pregunta: «¿Qué puedo hacer que resulte más significativo para la calidad de la dinámica?». Supervisar es una habilidad en sí misma, y existen libros dedicados únicamente a este tema. He aquí unas cuantas ideas claves.

En primer lugar, como el aprendizaje por la experiencia se fundamenta en el descubrimiento, absténgase de intervenir hasta el último momento. Intervenga sólo si en la dinámica se ha desencaminado significativamente, si el alumno está atascado y si le piden ayuda específicamente. Si el observador da muestras de incomodidad, por lo general puede considerarse una señal para intervenir. Si no está usted seguro de lo que está ocurriendo, pregúnteselo al observador en voz baja. A menudo es mejor reservar los comentarios hasta el final de la dinámica.

Cuando decida intervenir, evite la trampa de mostrarse como el experto que «sabe hacerlo bien»y va a enseñarle al pobre capacitando incompetente cómo se hace. Una enseñanza dada se olvida pronto, mientras que una enseñanza inducida es del alumno para toda la vida.

Ponga al alumno en segunda posición y, desde el punto de vista de él, decida qué enfoque le parece más susceptible de dar buenos resultados: delicado o más desafiante, abierto o encubierto. Es buena costumbre solicitar información útil de la siguiente manera: empiece reconociendo lo que hacen bien, formule una pregunta para comprobar cualquier dificultad y termine con otro reconocimiento. En nuestra cultura, pocos padecemos de un exceso de valoración.

Las siguientes preguntas suelen resultar útiles:

    • «¿Qué puntos no estaban claros?»

    • «¿Qué más hubiera podido hacer?»

    • «¿Qué cree que habría hecho la persona "X"? »

Quizá crea conveniente hacerle preguntas al observador para cambiarlo a un estado de mayor plenitud de recursos:

    • «¿De qué manera distinta tendría que sentir para ser capaz de hacer esto?»

    • «¿Podría citar una ocasión en que se haya sentido de esa manera? »

También puede pedirle que se aparte del grupo de tres y que repase mentalmente los últimos minutos de la dinámica desde la posición del observador, para adquirir una nueva perspectiva.

Si él capacitando se queda en blanco, puede usted ofrecerle respetuosamente algunas opciones:

    • «¿Qué le parece que habría ocurrido si hubiera usted hecho "X"?»

    • «¿Querría considerar algunas otras posibilidades? »

Sobre todo, resista la tentación de entrar en la dinámica y realizarla por ellos. Si lo hiciera, ni usted ni los alumnos aprenderían gran cosa, y ellos perderían una significativa oportunidad de aprendizaje.

Por último, sitúe al capacitando en el futuro:

«Así pues, la próxima vez usted puede... »

Puesto que es usted el responsable de controlar el tiempo, puede resultarle útil disponer de una campanilla o un diapasón para señalar las etapas o las tandas de la dinámica. Quizá desee reservar los últimos minutos de cada tanda para que los grupos realicen el tratamiento de la dinámica.

Finalmente, elabore una serie de maneras eficaces para devolver a los participantes en la dinámica al grupo principal. Lo que usted diga es importante. Compare: «¿Quiere acabar ya? » con «Me gustaría que llegara ya a la conclusión y, en cuanto esté dispuesto, puede regresar ya a su sitio. Mientras lo hace, fíjese en los comentarios y preguntas que se lleva usted de vuelta.»

El tratamiento de la dinámica:

Para completar el ciclo de aprendizaje, tendrá que proceder al tratamiento de la dinámica. Cada uno de los miembros del grupo aprenderá de su experiencia y la de los demás, y su tarea como monitor consiste en crear el contexto para que suceda así y en facilitar el proceso. Así pues, una vez terminado la dinámica solicite comentarios, observaciones y preguntas, estableciendo los encuadres que juzgue adecuados. Aproveche la ocasión para impartir enseñanzas sobre puntos clave y entreteje el material en un todo coherente. Aclare cualquier posible malentendido y empiece a generalizar el material aplicándolo a otras situaciones, ya sea por medio de ejemplos o formulando la pregunta: «¿Qué más pueden hacer con este material? ».

Situarse en el futuro:

La parte final de las dinámicas consiste en situarse en el futuro, o hacer un ensayo mental. Las habilidades funcionan bien en el ambiente de colaboración de la sala de formación. El mundo exterior no ofrece tantas facilidades, y mucho menos cuando los alumnos deben regresar a un entorno de trabajo, con sus antiguas asociaciones y la presencia de personas que intentan dejarlo todo otra vez como estaba antes del seminario.

La formación tradicional no presta demasiada atención a situarse en el futuro; las dinámicas para grupos lo convierte en parte integral de todo proceso de aprendizaje. Un diez por ciento es el tiempo mínimo que se debería dedicar a situarse en el futuro, pues de otro modo las habilidades no se transferirán.

Puede usted organizar una dinámica completa dedicada a situarse en el futuro, en el que los alumnos interpreten los papeles de cliente difícil, director desdeñoso o cónyuge cínico para tener ocasión de ensayar las nuevas habilidades.

El manejo de las Dinámicas para el desarrollo de habilidades especificas:

Puntos clave:

  • Preparación de la dinámica: Centrarse claramente en el propósito de la dinámica y en los objetivos para los alumnos. Decida si quiere hacer una demostración del ejercicio y, en caso afirmativo, identifique a buenos sujetos.

  • Organice y encuadre la dinámica: Explique el porqué, el qué y el cómo. Dé instrucciones claras, marcándolas espacialmente para separar los distintos papeles. En caso necesario, haga una demostración del ejercicio. Acepte sólo preguntas que aclaren el procedimiento.

  • Realice la dinámica: Instruya y supervise. Intervenga lo menos posible, sólo para poner de relieve lo que están aprendiendo los alumnos. Instruya mediante el reconocimiento de lo que ha ido bien y también de lo que hubiera debido hacerse de modo distinto. Administre el tiempo de cada etapa y vuelva a reunir el grupo al final.

  • Realice el tratamiento de la dinámica:. Acepte comentarios, observaciones y preguntas. Generalice el material, dé ejemplos y sitúe a los alumnos en el futuro para transferir las habilidades fuera de la sala de formación.

 

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