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Al referirnos de la buena comunicación, participación activa en un grupo se está hablando que ahí se aplica las dinámicas grupales cuyo objetivo del presente trabajo es conocer si realmente influyen para mejorar las relaciones entre profesor y alumno, que rol juega cada uno de ello dentro de las dinámicas y de qué se basan los maestros para la ejecución de las dinámicas.
Las dinámicas grupales podrían ser el medio para tener relaciones optimas entre alumno y maestro; pero ¿qué es la dinámica de grupos?, pues bien éste término "es el elemento eficaz para cambiar cualitativamente al individuo"(1), porque un grupo ayuda a superar problemas personales, crear seguridad, permite una retroalimentación crítica constructiva que ayuda a crecer.
Además propicia la comunicación elemento fundamental que debe existir en el aula, más no entender a la comunicación como el hecho de mandar información y decodificarla como cualquier persona; este proceso va más allá de una simple transmisión donde tanto el profesor como el alumno deben verso como iguales, es difícil esto pero es preciso aplicarlo para que haya una participación más activa en clase en el que beneficia no sólo al estudiante sino también al maestro para conocer al grupo y los miembros que lo integran.
ROL DEL PROFESOR EN LA DINÁMICA GRUPAL
En el profesor recae la gran responsabilidad de tener una buena relación porque es el promotor para la ejecución de las dinámicas grupales, ya que debe actuar como psicólogo y buscar la manera de poder integrarse al grupo para conocerlo más y romper las barreras que no permiten la interacción eficaz con los alumnos; por lo tanto el profesor que recurre a trabajar mediante dinámicas grupales debe estar convencido que el interaccionar con los individuos es la mejor forma para el proceso de enseñanza - aprendizaje .
Asimismo debe tomar en cuenta que tiene que desempeñar funciones distintas a las del maestro tradicional. Tendrá que tomar la postura de coordinador de grupo (en el que estará involucrado él y el grupo), es un propiciador de conocimientos, observador del proceso grupal y la comunicación dentro del grupo; para ello es conveniente considerar que un grupo no es estático sino que atraviesa por diversas etapas y esta en constante cambio; así que el coordinador (docente) tiene la tarea que los integrantes del grupo poseen conciencia de grupo y pueda determinar como va actuar frente a ellos.
El maestro debe estar preparado para detectar en la primera etapa de evaluación del grupo conductas defensivas, actitudes de rechazo y determinar la forma más adecuada para que no prevalezcan. Por lo general el primer día clases el maestro actúa como observador grupal; luego de observador pasa a ser asesor o informador siempre y cuando no adopte la postura de que es el poseedor del saber; en cierta parte tendría la razón porque le da poder el hecho de tener un título pero no serviría de nada si no lo sabe transmitir; de tal forma que "tendrá que cambiar es su forma de concebir la autoridad y en la manera de relacionarse con cada individuo y con el grupo" (2) . Esto presiona a que el o la adopte una actitud diferente.
Su actuación es determinante frente a sus alumnos porque no sólo "informa sino que también forma una actitud" (3), en el aspecto de estimula, motivar o bien desanimar.
Debe promover la participación y él o ella mostrar una actitud abierta y receptiva, entusiasta, para que los alumnos opinen y respondan con entusiasmo; "un profesor que sólo recita sus notas, habla solo el pizarrón en actitud indiferente y autoritaria, induce a una clase árida y sin interés que pronto se aburre y cansa" (4) porque no existe la disposición por implementar la dinámica de grupos en su clase, esto puede provoca un bajo aprovechamiento, pero también interviene la poca disposición del grupo por miedo a hablar conduciendo de esta manera a una clase tediosa y cansada. El buen profesor actúa como participante no como dictador. No sólo impartir conocimientos sino el de ayudar a los alumnos a adquirirlos por sí mismos en donde el maestro de vuelve en un amistoso consejero.
ROL DEL ALUMNO EN LA DINÁMICA GRUPAL
En ocasiones no es culpa del profesor para efectuar las relaciones sino del mismo grupo porque oponen resistencia, pues no serviría de nada las dinámicas que sugiere el maestro si no hay disposición de participación de los estudiantes; de esta manera la clase se vuelve aburrida.
Los alumnos tienen que cambiar su actitud por una más abierta, poniendo de su parte cada integrante del grupo, ya que "el grupo conforma al individuo y el individuo al grupo" (5) siendo que éste influye en la formación de nuestra conducta y personalidad.
TÉCNICAS GRUPALES
Las dinámicas grupales no se manejan por sí solas, sino que se apoya de las técnicas grupales para fortalecer el trabajo, el trabajo de los docentes ya que educan para la convivencia y obtener los objetivos que buscan el maestro; así "una técnica adecuada tiene el poder de activar a los impulsos y las motivaciones individuales y de estimular tanto la dinámica interna como la externa, de manera que las fuerzas puedan estar mejor integradas y dirigidas hacia las metas de grupo" (6); siempre y cuando considere en la elección de la técnica adecuada los objetivos que persigue, el tamaño del grupo, el lugar, la disponibilidad y madurez del grupo para realizar las actividades. Sin embargo, para algunos profesores es difícil aplicar algunas técnicas a grupos numerosos; para ello una de las cosas que podrían hacer es dividir el grupo en pequeños subgrupos, aplicándoles la técnica y luego integrarse de nuevos en grupo para discutir o recibir aportes de los subgrupos.
Algunas de las técnicas grupales son: Cuchicheo, Debate, Mesa redonda, El escudo, el Inquilino y apartamento , etc.; los cuales facilitan el rompimiento de hielo y una participación más activa entre profesor y alumno.
El profesor no podría aplicar las dinámicas sino no está presente el alumno; además la finalidad de convivencia en ambos permite al alumno a tener más libertad de opinar, responsabilidad, cooperación, seguridad, desarrollar el pensamiento divergente; consiguiendo que en lugar de tomar siempre las decisiones por la autoridad sea por el propio grupo.
Conclusión
Realmente las dinámicas de grupo contribuyen a mejorar las relaciones entre maestro y alumnos y no sólo eso, sino que también ayudan al aprendizaje y formar la actitud del estudiante, es aquí donde el profesor puede propiciar que se dedique a una carrera referente a la materia que el imparte por el gran impacto que tiene hacia sus alumnos. No obstante para llevar a cabo esto el maestro es quien lleva la iniciativa; muchos de nosotros pensamos que su trabajo en sencillo y en realidad no es fácil porque él es quien debe de actuar como psicólogo y buscar la manera de poder integrarse al grupo para conocerlo más y romper esa barrera de la comunicación, mientras que nosotros los alumnos sólo somos participes para dicha actividad.
Si actualmente todos los maestro tomaran en cuenta que la dinámica de grupo es una herramienta eficaz para éste desarrollo hubiera un mejor aprovechamiento académico.
(1) Andueza María (1994) Dinámica de Grupos en Educación. 3a ed. México, Ed. Trillas, pp. 23
(2) Lozano Lucero (1997) Técnicas y dinámicas y juegos didácticos para un aprendizaje grupal. México. Ed. Libris Editores, pp. 10
(3) Universidad Iberoamericana (1993) Psicología Iberoamericana: creatividad. México. Ed. Algo Nuevo, pp. 59
(4) Universidad Iberoamericana (1993) Psicología Iberoamericana: creatividad. México. Ed. Algo Nuevo, pp. 61
(5) Andueza María (1994) Dinámica de Grupos en Educación. 3a ed. México, Ed. Trillas, pp. 33
(6)Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (1987) Taller de Dinámica de Grupos. México, Ed. ILCE, pp. 297
Bibliografía
Lozano Lucero (1997) Técnicas y dinámicas y juegos didácticos para un aprendizaje grupal. México. Ed. Libris Editores, pp. 3-12
Andueza María (1994) Dinámica de Grupos en Educación. 3a ed. México, Ed. Trillas, pp. 10-13,17,23,32-37
Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (1987) Taller de Dinámica de Grupos. México, Ed. ILCE, pp. 293-304, 311-318.
Universidad Iberoamericana (1993) Psicología Iberoamericana: creatividad. México. Ed. Algo Nuevo, pp. 55-61