COMO CONDUCIR UNA DINÁMICA DE GRUPO

 

 

 

Una Dinámica para grupos puede, en teoría, no requerir de un conductor. Todo podría ser arreglado para que se conduzca por sí sola. Lo anterior, sería muy afortunado en nuestro mundo que es un poco imperfecto para permitir éstas circunstancias. Es más, estamos convencidos de que las personas aprender mejor en colaboración con otros y con quien los guíe en el proceso de aprendizaje.

El cambio más importante que debe realizar un profesor, instructor o capacitador que desea convertirse en un buen conductor de Dinámicas para grupos, es que debe "remplazar" algunas conductas y actitudes arraigadas a través de muchos años de experiencia escolar como alumno y como docente. Ya que, el rol habitual de maestro o instructor difiere notoriamente del rol que desempeña el conductor de Dinámicas para grupos.

El conductor de Dinámicas para grupos no impone, no juzga, no adoctrina. Acompaña a las personas en un viaje de descubrimiento de la vida para que por si mismos encuentren. Debe ver a los alumnos no como cerebros a los que hay que informar sino como seres humanos integrales.

De acuerdo a la teoría que fundamenta a las Dinámicas para grupos, el aprendizaje a través de estas ocurre en un proceso de cuatro fases:

1. Experiencia concreta: Vivir experiencias concretas nuevas

2. Observaciones reflexivas: Observar estas experiencias desde muchos puntos de vista, reflexionar sobre ellas, seleccionar datos y añadir sentidos culturales y personales.

3. Generalización: Extraer conclusiones y adoptar nuevas creencias sobre el mundo.

4. Experimentación activa: Actuar según las nuevas creencias.

Una adecuada conducción de las Dinámicas para grupos implica el guiar a los participantes por estas cuatro fases.

Conducción eficaz de Dinámicas para Grupos

Primera fase: "Experiencia concreta"

Esta constituido por la realización de las actividades indicadas en el desarrollo de la Dinámica y este es el paso que frecuentemente es asociado con "juego" o "diversión".

La única finalidad de esta fase es generar datos comunes que sean la base para un análisis posterior. Cualquier cosa que ocurra en la realización de las actividades de la Dinámica, esperada o no, dará las bases para poder hacer el análisis.

El conductor deberá vigilar que se realicen todas las actividades tal como se describen en la Dinámica y permitir que los comportamientos se den libremente. Un error común en conductores inexpertos es limitar la presentación de comportamientos no esperados, lo que provoca el fracaso de la Dinámica al manipular al grupo a hacer o decir lo que el conductor quiere.

Un aspecto muy importante de cuidar, es no dar al grupo más información que la descrita en el desarrollo de la Dinámica. Es común que algunos conductores inexpertos cometan el error, antes de iniciar la Dinámica, de tratar de concientizar a los participantes de la importancia de "percibir todo lo que pase". Lo anterior, puede provocar que la Dinámica fracase ya que las personas pueden darle más importancia a su rol de observadores que de participantes. Además, el grupo puede inhibir sus comportamientos naturales por sentirse observados.

Otro aspecto en el que se debe tener cuidado, es no generar actividades y datos en exceso o crear una atmósfera de presión y competencia que resulte penosa.

Por último, limitarse a este paso provocaría que no se dé el aprendizaje y la actividad se quede simplemente como un juego divertido.

Segunda fase: "Observaciones reflexivas"

Después de vivir la experiencia concreta, los miembros del grupo se encuentran listos para analizar lo que vieron, escucharon y percibieron durante la realización de las actividades de la Dinámica.

La intención de esta fase, es hacer que el grupo aproveche la experiencia vivida por cada individuo en la etapa de "Experiencia Concreta".

Existen varios métodos que puede utilizar el conductor para ayudar al grupo a obtener información sobre lo ocurrido:

· Registrar hechos concretos observados durante el desarrollo de las actividades y leerlos al grupo reunido en sesión plenaria.

· Dividir al grupo en subgrupos para que trabajen en preguntas como: ¿Qué vimos?, ¿Qué sentimos?, etc.

· Entrevistar a cada participante acerca de las experiencias que vivió durante la actividad.

· Entrevistas por parejas o tríos

· Llenando individualmente cuestionarios con preguntas como: "El liderazgo fue......" , "Los más participativos fueron.......", etc.

Una vez obtenidos los datos el conductor deberá guiar al grupo para trabajar en tres importantes aspectos:

1. Adquirir mayor conciencia de sus pensamientos y razonamientos (reflexión)

2. Compartir el pensamiento y razonamiento con los demás (alegato)

3. Indagar el pensamiento y razonamiento de los demás (indagar)

Para lograr lo anterior, el conductor debe alentar al grupo a explorar sus afirmaciones, premisas y datos a través del siguiente procedimiento:

1. Identificar las conclusiones a que llegan los participantes

2. Solicitar los datos que llevaron a esas conclusiones

3. Identificar el razonamiento que conecta los datos y las conclusiones

4. Identificar las creencias o premisas

5. Exponer las inferencias y verificarlas con los demás miembros del grupo

Lo anterior se obtiene por medio de preguntas como las siguientes:

· ¿Cuáles son los datos observables que respaldan esta afirmación?

· ¿Todos concuerdan en la índole de los datos?

· ¿Puedes explicarme en que basas tu razonamiento?

· ¿Qué prueban tienes de ello?

· ¿Qué te lleva a esta conclusión?

· ¿Por qué dices eso? · ¿Qué significa eso?

· ¿Cómo se relaciona esto con ....?

· ¿A que te refieres?

· Veamos si he comprendido ¿Estás diciendo que....?

· ¿En qué estamos de acuerdo y en qué no? · ¿No estamos partiendo de supuestos diferentes?

· etc.

 Tercera fase: "Generalización"

La tercera fase comprende que el grupo generalice el conocimiento adquirido al mundo real. La tarea especifica para el conductor es que el grupo logre abstraer del proceso algo importante que puedan aplicar "afuera".

Algunas de las estrategias generales para lograr lo anterior son:

· Guiar a los participantes a imaginar situaciones reales

· Análisis personal con cuestionarios con preguntas como: ¿Qué aprendi?, etc

· Aplicar una Dinámicas de evaluación del aprendizaje

· etc.

En esta fase es posible que sea necesario presentar alguna teoría y/o recursos para apoyar o argumentar el aprendizaje.

 Cuarta fase: "Experimentación activa"

La fase final del proceso de aprendizaje es el propósito para el cual fueron diseñadas las Dinámicas para grupos. La cuestión central es ¿Ahora que?. El conductor debe ayudar a los participantes a aplicar las generalizaciones a la situación real en la cual viven.

Las técnicas que pueden ser utilizadas en esta fase son:

· Entrevistas en parejas o triadas para ayudarse unos a otros

· Escribir individualmente aplicaciones en la vida real

· Haciendo promesas explícitas de cambio

· Trabajo en subgrupos

· etc.

NORMAS GENERALES

Existen ciertas normas de carácter general sustentadas en la teoría de la Dinámica de grupo, que resumen en cierto modo lo dicho hasta aquí:

1. Quien se proponga utilizar las Dinámicas para grupos, deberá conocer previamente los fundamentos teóricos de la Dinámica de grupo. Las Dinámicas no son un frío "folleto de instrucciones" que pueden seguirse mecánicamente. Como todo método didáctico se requiere de una formación teórica básica y una capacitación adecuada.

2. Antes de utilizar una Dinámica apara grupos debe conocerse suficientemente su estructura, su proceso, sus posibilidades y riesgos. Esto se logrará mediante el detenido estudio de la Dinámica antes de llevarla a la practica.

3. Debe seguirse en todo lo posible el procedimiento indicado en el desarrollo. Sólo cuando el conductor del grupo posea una experiencia suficiente podrá intentar adaptaciones o cambios justificados por las circunstancias.

4. Las Dinámicas para grupos deben aplicarse con un objetivo claro y definido.

5. Las Dinámicas para grupos requieren una atmósfera cordial y democrática. Por su propia naturaleza estas técnicas no pueden funcionar en un ambiente autoritario, hostil, agresivo o donde exista riesgo de sanciones .

6. En todo momento debe existir una actitud de cooperación. Esta actitud de todos los miembros, y aun más del conductor, es indispensable para la existencia del grupo.

7. Debe incrementarse en todo lo posible la participación activa de todas las personas. Esta tarea corresponde especialmente al conductor, quien tendrá en cuenta que la participación depende mucho más del clima que haya creado en el grupo, que de los estímulos directos.

8. Los miembros deben adquirir conciencia de que el grupo existe en y por ellos mismos, y sentir que están trabajando en "su" grupo. El grupo no es del conductor, ni de la institución sino de todos los miembros que lo forman. Éstos deben sentir que no asisten al "grupo de Juan o Raúl", sino a "nuestro grupo".

9. Todas las Dinámicas para grupos se basan en el trabajo voluntario, la buena intención y el "juego limpio". Las motivaciones deben ser espontaneas y legitimas; las actitudes positivas y leales, fundadas en una buena disposición para el trabajo cooperativo.

10. Todas las Dinámicas para grupos tienen como finalidad implícita:

· Desarrollar el sentimiento de nosotros

· Enseñar a pensar activamente

· Enseñar a escuchar de modo comprensivo

· Desarrollar capacidades de cooperación, intercambio, responsabilidad, autonomía, creatividad.

· Vencer temores e inhibiciones, superar tensiones y crear sentimientos de seguridad

· Crear una actitud positiva ante los problemas de las relaciones humanas, favorables a la adaptación social del individuo.

 

 

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