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Modelo de Integración de equipos: “Fish”
Stephen Lundin, Harry Paul y John
El principio básico de este modelo es que la eficacia de un equipo de trabajo radica en su capacidad de motivación.
De acuerdo a este modelo la integración de un equipo de trabajo de alto rendimiento se fundamenta en cuatro principios básicos:
Elige tu actitud
En muchos casos las personas no han escogido el trabajo que desempeñan o las funciones que deben realizar, pero de acuerdo a este modelo siempre pueden elegir la forma como lo pueden hacer y elegir la actitud en su trabajo.
La actitud es la forma de actuar de una persona, el comportamiento que emplea para hacer las cosas.
La actitud tiene tres componentes:
Si una persona percibe o tiene la creencia que su trabajo no es importante o que su empresa o departamento tampoco lo son, entonces desarrollara un sentimiento negativo y actuara de acuerdo a este sentimiento.
Para “elegir” la actitud es necesario desarrollar la inteligencia emocional de los integrantes de un equipo de trabajo y específicamente la Auto-regulación. Es decir, la habilidad para controlar y redireccionar impulsos y estados emocionales negativos, unido a la capacidad para suspender juicios negativos.
Jugar
Las personas se pueden divertir mientras trabajan y por ello es necesario que un equipo de trabajo encuentren la forma de divertirse en el trabajo y pasarla bien.
Lo anterior tiene una mayor importancia en el caso de Latinoamérica. El mexicano y el latinoamericano son individuos que se caracteriza por tener muy desarrollado el hemisferio derecho (Imaginativo, apasionado, emocional, idealista, creativo, musical, holístico) y utiliza poco el lado izquierdo (ordenado, normativo, disciplinado, controlador, literal, objetivo). Un equipo de trabajo con estructuras y procesos fríos, rígidos, lentos y burocráticos son "veneno" para la motivación del mexicano. Lo anterior se reafirma en todos los estudios realizados sobre la psicología del mexicano en el trabajo. Como ejemplo, tenemos el publicado por Eva S. De Kras en 1990 en donde llega a la conclusión de que el ejecutivo mexicano busca un ambiente amigable y relajado para trabajar.
El juego comprende la necesidad del ser humano, de sentir, expresar, comunicar y producir emociones primarias (reír, gritar, llorar, gozar) emociones orientadas hacia la entretención, la diversión, el esparcimiento. Sin embargo, culturalmente se ha visto como algo contrario al trabajo serio y por ello las personas y equipos de trabajo han perdido la capacidad de divertirse en el campo laboral.
En lo que respecta al uso del juego como recurso para la motivación laboral debemos tener presente que juego no significa hacer algo entretenido, sin dirección ni fundamento, ni mucho menos plantear cualquier juego en cualquier momento. El juego con dirección implica desarrollar en los integrantes del equipo de trabajo la capacidad para despertar estados emocionales alegres y llenos de buen humor. También requiere no tomar tan en serio el trabajo y tomar conciencia de las ventajas de jugar: la gente feliz trata bien a los demás, pasarla bien conduce a la creatividad, el tiempo pasa más rápidamente y el trabajo se convierte en una recompensa y no en un camino a las recompensas.
Alegrarles el día
Valor agregado o valor añadido es una característica o servicio extra que se le da a un producto o servicio, con el fin de darle un mayor valor comercial, generalmente se trata de una característica o servicio poco común, o poco usado por los competidores, y que le da al negocio o empresa, cierta diferenciación.
Uno de los valores agregados más preciados en el mundo moderno es el servicio y la excelencia en este aspecto puede ser resumido en una palabra: generosidad.
La generosidad del ser humano es el hábito de dar y entender a los demás. El conocido filosofo Lucio Anneo Séneca decía: “El mundo se compone de los que dan y los que reciben. Y que quizá los que reciben coman mejor, pero los que dan duermen mejor”.
La capacidad de alegrarles el día a los demás, es a fin de cuentas anteponer los intereses de los demás a los propios y buscar todas las formas posibles para ser generosos con los clientes, compañeros de trabajo, etc.
Estar presente
Podemos estar presentes físicamente pero nuestra mente estar en “otro lado”. Lo anterior, es percibido por los demás como un claro mensaje no verbal: “No me importas”.
El momento de la verdad es el instante en que el cliente se pone en contacto con nuestro servicio y sobre la base de este contacto se forma una opinión acerca de la calidad del mismo. Para poder ofrecer un mejor servicio al cliente, se requiere controlar cada momento de la verdad. Por ello un equipo de alto desempeño sabe que no se debe perder la concentración y estar atento a lo que sucede en el momento de la verdad. Es decir, estar presente tanto física como mentalmente.