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Todos soñamos con vivir en un mundo mejor y deseamos que por "Arte de la Magia" este cambio se produzca.
Tú, Maestro, ¿alguna vez te soñaste frente a un grupo? ¿Dentro de tus anhelos más profundos te visualizaste como Maestro? Cuando esto ocurrió y ahora que ves tu sueño hecho realidad ¿a que te estás enfrentando?
Te imaginaste que Tú serías un Maestro como muchos que tuviste durante el paso en la escuela. Aquellos que formaron en ti el sentido de la Responsabilidad, justicia, respeto, que fueron tus guías, ejemplo de lo que es una persona valiosa y no por sus riquezas materiales, sino por sus riquezas espirituales. Aquellos Maestros que en su momento no te gustaba su forma de penetrar en tus sentimientos o pensamientos, por que descubrían tus errores, mentiras y tu gran capacidad que no querías externar.
Esos Maestros, que buscaban sacar lo mejor de ti, para que fueras en el futuro una persona feliz en lo que hacías, que sobre todo creían en ti.
Aunque no eran psicólogos, tenían ese amor por lo que enseñaban y disfrutaban el compartir con su alumnos lo que sabían. Se enorgullecían por sacar adelante a esos chicos que les costaba trabajo aprender o que su interés no estaba centrado en el aprendizaje. Esos eran sus enormes retos año con año y cuando al final del curso lo lograban, era tiempo de decirles adiós a esos chicos y dejarlos volar hacia otras manos para que continuaran con su aprendizaje, pero no sin antes despedirlos con palabras alentadoras y llenas de cariño.
El recuerdo de esos Maestros, cargando siempre una cantidad impresionante de cuadernos para calificarlos y que revisaban, uno a uno, cada uno de ellos para corregir y marcar el error y anotar el resultado correcto. Que aunque tenían grupos numerosos y la paga era muy reducida, le dedicaban toda la tarde a preparar la clase del día siguiente. Nunca se presentaban sin saber que era lo que tenían que enseñar ese día.
Siempre supieron que su mayor paga era el ver los resultados en sus alumnos. No se daban por derrotados fácilmente, al contrario les encantaban los retos de lograr que sus alumnos aprendieran y progresaran.
Eran tan detallistas, que por la letra reconocían el cuaderno de cada uno de sus alumnos. No digamos cuando llamaban a los padres, describían perfectamente su carácter, sus intereses y ¿por qué no? hasta sus sentimientos.
No contaban con técnicas ni materiales didácticos modernos, pero si podías descubrir de que grupo era cada salón, con sólo ver los mapas que colgaban de las paredes o los esquemas. Si eran de Jardín de Niños, estaba decorado con el tema de mes y este se cambiaba continuamente. Si era el tercero de Jardín, podías ver letras pegadas, ábacos en los estantes. En Primaría sucedía lo mismo, sólo hasta Secundaria encontrabas las paredes desnudas, ya eran mayorcitos y no requerían de la decoración en sus paredes.
Sabían que la rutina era parte de la formación de sus alumnos, formaban hábitos de limpieza, hábitos de orden, de respeto entre sus alumnos y sobre todo se les inculcaba la honradez, no se permitía que ni un objeto se desapareciera o perdiera todo tenía que estar ordenado y en su lugar y eran grupos de 50 alumnos. ¿Cómo podían lograr todo esto? Por que tenían muy claro hacia donde debían conducir a sus alumnos y sobre todo porque tenían una gran Vocación.
Dime Tú Maestro, que te has entregado a la enseñanza, la formación y la educación ¿qué te mueve para ser Maestro? Sino es la Vocación de servicio y enseñanza, te has equivocado de Profesión. Si no amas la Docencia, por favor no seas Maestro, no destruyas a esas personitas que te han entregado para que la transformes en hombres y mujeres de bien.
Cada vez con más frecuencia, nos encontramos Maestros que han llegado a la Docencia por falta de oportunidades para encontrar un trabajo en una organización. No es lo mismo saber, que saber enseñar.
Si por accidente, llegaste a ese lugar que se llama "Escuela" demuéstrate a ti mismo que eres capaz de aprender, si de aprender a ser Maestro. No te limites como persona "hacer que trabajo" ya que la paga no compensa el esfuerzo de estar frente a un grupo. Entre menos le inviertas a preparar tus clases, mayor será tu trabajo para controlar al grupo. Entre menos te preocupes por tus alumnos, ellos menos se preocuparán por ti. Entre más intolerante seas con tus alumnos, ellos serán peor que Tú. Aquí, sí se aplica las Leyes de Física.
Recuerda, aquellos alumnos a lo que hoy enseñas, mañana serán el Doctor que atienda a tu hija, el Abogado que llevará tu demanda, el Maestro que enseñe a tus hijos o nietos, el psicólogo, el químico, etc.
¿No te desespera la mediocridad de muchas personas que están a tu alrededor? Maestro en tus manos está el poder de cambiarlo, no seas ejemplo de mediocridad. Entrégate de corazón a tu vocación y si no la tienes puedes desarrollarla y si no te interesa, cambia de trabajo y no sigas destruyendo a nuestro futuro por que también es el futuro de tus hijos.
Lic. Patricia Reséndiz Aguilar