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Los últimos 30 años del siglo XX han sido testigos de innumerables cambios. Cambios que se han producido a una velocidad vertiginosa. Cambios que pretendieron lograr que el mexicano perdiera el sentido de pertenencia a su propia cultura.
Fuimos testigos de muchos cambios en los cuales se nos trató de imponer fórmulas que no funcionaron por no ser acordes a nuestra idiosincrasia
Una realidad es que las características del siglo XX, calificado como el siglo de la Tecnología, no fueron las adecuadas para que brillara un perfil como es el del mexicano.
Por suerte, le estamos dando la bienvenida a un nuevo milenio en el cual se considera será la siguiente revolución en los negocios y se dice que las empresas que sobrevivirán serán aquellas que tengan un recurso humano motivado, comprometido con la misión y valores de la organización, creativo, visionario y con una alto coeficiente emocional. El nuevo milenio presenta una excelente oportunidad, en virtud de ser un campo más fértil para que florezca el perfil del mexicano.
México esta preparado para tomar un lugar prominente entre los principales países del mundo. México es rico en recursos naturales. México se hace rápidamente un socio estratégico entre las naciones industrializadas. México es seleccionado por la religión católica para la evangelización del mundo en el próximo milenio. Pero sobre todo, México es rico en Recursos Humanos.
Debemos reformar nuestras metodologías de aprendizaje para que las personas aprendan y desarrollen las destrezas necesarias para el nuevo milenio; sin embargo, sería un error volver a tomar fórmulas extranjeras que no se adecuan a nuestra idiosincrasia. Debemos extraer las enseñanzas de nuestra historia y los conocimientos heredados de nuestra ancestral cultura.
La grandeza de un país se debe mucho a su sistema educativo y de que mejor cultura podemos aprender, que la creadora del gran imperio Azteca.
La educación en los Aztecas tenía como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, lo cual se expresaba en lengua náhuatl como "in ixtli, in yollotl", "alcanzar el rostro y el corazón". Si bien les enseñaban un oficio, también les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un gran sentido de la familia y del grupo humano.
La característica fundamental en la educación de los Aztecas fue que era activa e integral.
Los dos principios fundamentales que guiaron la educación en los Aztecas, desde el hogar hasta la escuela eran: el del autocontrol por medio de una serie de privaciones a que debía acostumbrarse el niño y el conocimiento de sí mismo y de lo que debe llegar a ser, inculcado a base de repetidas exhortaciones paternas y de los maestros.
Una segunda etapa en el proceso de educación se abría con la entrada del niño a los centros educativos. La educación especializada más importante se llevaba a cabo en el Tepochcalli (si se quería ser guerrero) o en el Calmecac si iban a dedicarse a las ciencias.
Fundamentos:
Un aspecto fundamental en la educación de los Aztecas era que todo el aprendizaje tenía una finalidad o razón de ser más trascendente que lo terrenal. El aprendizaje emergía de las creencias de procurar su salvación, o enfrentar con tolerancia su vida cotidiana o que el futuro no los sorprendiera con desgracias. El pensamiento Mágico-religioso estaba presente en todas sus actividades políticas, sociales, morales, religiosas y en su vida cotidiana. La fe estaba cargada de fuerza de voluntad para alcanzar lo que se pretendía. La fe fue una de las grandes fuerzas que tuvieron los Aztecas para expresar en la fantasía sus anhelos de amor o destrucción, de ubicarse en el cosmos, y su esmero por trascender a la muerte. En pocas palabras, la razón de ser del aprendizaje tenia su esencia en algo más profundo y significativo que lo material y esto es lo que se transmitía a los alumnos.
Bajo este concepto, los padres y maestros Aztecas partían de la base, de que para formar la personalidad, era fundamental que el alumno tuviera seguridad y certidumbre.
Por ello, a través del cariño y la protección obtenían que el niño adquiriera seguridad. Y por medio del pensamiento claro de sus padres y maestros, de ideas precisas y de comprobar que cuando las ponía en practica eran verdaderas y funcionaban, los niños adquirían la certidumbre.
Para lograr lo anterior, sabían que el primer requisito era enseñar conceptos precisos y claros.
Por otro lado sabían que si primero no sembraban en los hijos y alumnos la seguridad del afecto, los padres y maestros no serían escuchados, ni atendidos cuando emplearan la palabra para educarlos. El cariño con el que la mayoría de los padres y maestros daban sus consejos, era garantía para ser obedecidos.
Otro aspecto imdispensable que los Aztecas tenían claro, para garantizar el éxito era: la congruencia. Los padres y maestros tenían muy claro que debían ser modelos del alumno, para que este aprendiera a través de la imitación. Para estimular el deseo de imitación, los padres y maestros hacían las tareas o quehaceres con gusto para que los alumnos experimentaran cierto goce en ellos.
Otra característica importante de su método educativo era que los padres y maestros tenían la paciencia para dejar al aprendiz recorrer todo el camino para su entendimiento.
Proceso y metodologías didácticas:
El método de enseñanza de los Aztecas se basaba en el consejo, en el convencimiento y la persuasión.
El aprendizaje daba inicio por la vía del consejo del padre o maestro (Técnica expositiva) el cual era altamente efectivo ya que los Aztecas consideraban que si la expresión física, la palabra y el pensamiento no tenían congruencia, entonces no se hablaba con la verdad. Por tal motivo, cuidaban en forma exagerada las palabras, la pronunciación, la prosodia, la emoción correcta en cada palabra, la suavidad o fuerza necesaria según fuera el significado y el caso. También se cuidaban mucho los mensajes no verbales. Por último, y no menos importante, les ayudaba mucho en esta técnica didáctica que la misma lengua era musical.
Todo el conocimiento de los Aztecas se encuentra en los códices. Los códices son manuscritos pictóricos, dibujados en tiras de piel de venado o sobre la corteza del árbol ámatl. En los códices todo el conocimiento es representado por medio de imágenes, símbolos y jeroglíficos.
Viendo las imágenes y oyendo a los maestros, los educandos Aztecas recogían audio-visualmente el contenido cultural, religioso, científico y literario que debían aprender.
Otro método muy utilizado por los Aztecas era el canto y la música. Se reforzaba y profundizaba cada concepto aprendido por medio de versos y cantos.
A través de Códices, versos y cantos se les comunicaba a los alumnos el pensamiento filosófico, la historia, los sistemas cronológico-astronómicos, cálculos matemáticos, etc.
Los métodos citados en párrafos anteriores eran esencialmente mnemotécnico: el mensaje se repetía una y otra vez para reforzarlo y quedara mejor registrado en la memoria.
Las escuelas, en el tiempo de los Aztecas no eran recintos cerrados, sino que muchas de las actividades se desarrollaban al aire libre, conforme al siguiente método didáctico: Observación, experimentación, descubrimiento y creación.
Tomando como base los conceptos aprendidos con los métodos didácticos citados en los párrafos anteriores , al niño y al Joven se les enseñaba a observar y de esta manera llegar a conocer su medio ambiente; se le enseñaba asimismo, para experimentar con los conocimientos adquiridos y penetrar en la naturaleza de los fenómenos que acontecían a su alrededor, todo lo cual les proporcionaba la posibilidad de poder descubrir los secretos de la naturaleza a fin de descubrir la verdad y entonces poseer los aspectos necesarios para crear nuevos elementos que lo condujeran al perfeccionamiento total.
Por último, las dramatizaciones tenían un gran poder entre los Aztecas, como medio de enseñanza.Utilizaban los simulacros de guerra como medio de aprendizaje y diversas presentaciones teatrales tenían la función de dar a conocer la historia.
Por otro lado, en todo el proceso educativo utilizando actos y penitencias disciplinadas, se forjaba el aspecto dinámico de la personalidad el "corazón" y el "querer humano" capaz de conocerse y controlarse a si mismo.
Los padres y maestros trabajando en conjunto castigaban cualquier transgresión a la norma, así como premiaban los aciertos. Producto del gran amor profesado por padres y maestros, podían manejar como una de las fuentes más importantes de premio-castigo la aceptación o rechazo.
Sobre todo los alumnos dedicados a las ciencias en el Calmecac pasaban por severas disciplinas para domar su orgullo y tener la grandeza de los humildes. Mediante penitencia se modelaba el propio corazón. En el Calmecac se hacían suaves y fuertes como el viento; impenetrables como la noche y transparentes como el día; sabios y sencillos.
Recuperar el papel del ser humano como actor principal del proceso educativo. Rescatar los valores para darle un significado más trascendental al aprendizaje. Utilizar metodologias didácticas congruentes con los contenidos de aprendizaje. Llamar al hombre al verdadero puesto que le corresponde en la naturaleza y el papel que cumple dentro de la creación. Contar con verdaderos maestros que entiendan su papel dentro del proceso de formación del individuo integral, son algunas de las cosas que podríamos aprender del sistema de educación de los Aztecas.